lunes, 21 de diciembre de 2009

Uns de dos




Dos cosas, son cosas realmente, le llaman la atención. En un blog y con respecto a a un comentario sobre algo de Platón, alguien comenta que todo está zanjado. Nada más lejos de la idea del Hombre del Prado que hacer un juicio de valor sobre quien así expresa la seguridad que tiene en su propio pensamiento.

En otro blog acerca del libro de Tanizaki Elogio de la sombra, un comentarista afirma que un libro nunca será para él si no existe en papel y con cubiertas. Fácil es simplificar, pero el trnasfondo es ese.

Conviene, si que conviene aunque los lectores sean poco y amigos fieles, de esos que uno piensa que le van a perdonar cualquier responsabilidad, que quede claro que los blogs a los que se menciona de pasada, son de los diez o doce a los que acude una vez a la semana, y con cuyos autores cree tener una firme y sólida a la vez que etérea amistad. De ahí la confianza de citarlos, y de no relacionarlos con un link, porque no es ese el sentido polémico, que no existe, de estas líneas.

¿Zanjado? ¿Qué puede estar zanjado hoy en día? En este mundo pluri social, multi cultural, poli ideológico, donde toda construcción se aleja cada vez más pues está hecha sobre pilares más lejanos, del hombre, del individuo en singular, del que uno no sabe ya si existe o no, y tiende a creer que no, ¿que puede estar zanjado si no el absoluto derecho a la duda? No cabe entrar aquí en explicaciones sabias sobre lo que es o no, sobre la certeza o la incertidumbre. Basta, para entender el sentido de este post, entender el carácter reverencial que siente el hombre del Prado por los Platones y los Lucrecios, que en el mundo han sido, no solamente por lo que escribieron sino por el testimonio de su vocación pensadora.

Y yendo a Tanizaki, acostumbrado a hablar de este libro con algunos conocidos, tal vez convenga manifestar el asombro que casi siempre le asalta, cuando entiende que se interpreta el texto desde la nostalgia del autor por su mundo perdido, sin comprender que en su sentido dialéctico, la nostalgia es individual y hermosa, ¿que duda cabe?, pero el futuro es de la electricidad. Por resumir: ¿Vistonti o Bertolucci?

Y por eso, uno detrás de otro, dios nos libre de creer que todo está zanjado. ¿Qué sería de nosotros?, piensa el Hombre del Prado.

6 comentarios:

  1. Hay cosas que aunque fuesen verdaderas (y este de la zanjadura no es el caso) siempre podría antojársenos que son mentira.
    Por eso mismo hay tan pocas cosas zanjadas en as cosas humanas.

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  2. No se puede zanjar nada del todo, siempre queda una segunda o tercera opción.

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  3. Francesc: ad infinitum, porque después de la segunda la tercera, y de la tercera la cuarta.

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  4. Quienes saben de estas cosas (no yo porcierto) comenan la anécdota real de aquel máximo responsable de la Oficina de Patentes de los EEUU, que hace ya una pila de años declaró que se podía pensar en cerrarla... ¡porque todo estaba ya inventado!

    ¿A que mola?

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  5. Pues la verdad es que si, Celebrador. Y de eso se trata.

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